Insomnio leal

Sentado frente a su ansiedad, se sintió muy cómodo.
La ausencia que estaba presente, lo miraba atónita.
Las dudas ya grandes y maduras lo desaprobaban (meneando la cabeza)
Nunca se supo de donde saca el valor para no arriesgarse.
Es otro día infiel, pensó mientras recordaba la noche anterior.
Sentía venir y sabía que tronaría un escarmiento.
Con la esperanza vacía, y lleno de fe, respiro profundo.
Prometió estarse alegre, pero se supo incapaz, no es fácil cuando se esta lleno de culpas.
Cruel es el recuerdo que no quiere exiliarse, y lo recorre ya casi por instinto.
Era endémico tomar malas decisiones, se propuso no tener presteza la próxima vez.
Un te verde, una Melba y el insomnio de una noche forjaron nuevamente su caparazón.

Sueños Agradables

Soy feliz con el azul de mi camisa,
amo, cuando bebo hasta muy tarde,
la luna, y mi sombra delante de mí somos tres,
en esta noche insondable cuando los nombres y las cosas se ignoran,
su recuerdo no es un secreto sino un atisbo,
corazón que no da muestras de vida a menos que una mano tire de sus hilos,
el aroma de cabellos muy rubios y muy finos,
lejano perfume de anís y tardes de tormenta,
enciendo una vela,
voy a llorar sin prisa,
que al misterio no encona,
mi alma tomó la forma de esa botella,
la noche me traiciona,
mis hombros no soportan el peso de sus alas,
ella es para soñar.

Cronica incompleta

Pasmado por la incertidumbre y confundido por la necedad, no tuvo tiempo para detenerse a escudriñarla.
El tiempo paso y al verla nuevamente, sintió que su cuerpo caía hacia un abismo, volvió a sentir lo mismo una y otra vez, a lo largo de una hora.
Sabiendo que no era el momento oportuno, se abalanzo hacia ella una y otra vez, queriendo descifrar el enigma.
Con la respuesta en la mano, que no era ni un si ni un no, quedo sentado inmóvil, también inquieto.
Supo con el correr de los segundos que nada seria igual a partir de ese día, que sus momentos futuros estarían rodeados de su imagen,
Sabiéndose compulsivo, posesivo y conociendo su esencia, descubrió que su mente estaría agitada, y maquinaria estrategias dominantes otra vez.
Algo lo inclinaba hacia adelante, constantemente, no podía detenerse, nada podía interrumpir lo que su «corazón» le imponía realizar.
Se vio obligado a desviar su camino, a la vez que reprimía su instinto animal.