Desde hace mucho tiempo, Raspbian sirve como «caballo de batalla» para la mayoría de los usuarios del Raspberry Pi. El hecho de estar basado en Debian garantiza su compatibilidad y estabilidad, pero si hay algo que definitivamente quedó en segundo plano, es su apariencia. Ese detalle nos trae a PIXEL, una especie de «actualización estética» en Raspbian, con una interfaz más pulida, el reemplazo de varios programas, y nuevos fondos de pantalla.
La mayoría de los proyectos basados en el Raspberry Pi comparten el mismo punto de partida: Descargar una imagen de Raspbian. Obviamente, el Raspberry Pi es compatible con otros sistemas operativos, pero Raspbian supo brindar la comodidad, la familiaridad y la compatibilidad que muchos jinetes de Linux esperan. Lo curioso es que Raspbian no tiene el rol de proyecto afiliado a la Fundación Raspberry Pi, y en la página oficial de Raspbian indican que la fundación distribuye «su propia imagen» del sistema operativo, pero a decir verdad han estado haciendo mucho más que eso. Durante los últimos dos años, la fundación trabajó en una versión personal de Raspbian, tomando distancia de su perfil espartano y acercándose a lo que la mayoría de los usuarios visualizan al momento de pensar en un sistema operativo. Hagamos un lugar para PIXEL.
No tengo idea sobre qué opinará Google del nombre, pero PIXEL equivale a «Pi Improved Xwindows Environment, Lightweight». El primer cambio a destacar es que el «muro de texto» en la inicialización de Raspbian fue reemplazado por una «splash screen» que presenta el número de versión. Los desarrolladores aseguran que la presencia de esa pantalla no hará más lento al proceso de arranque, y que los tiempos serán idénticos. Después pasamos a otros elementos estéticos, como las ventanas, los iconos, y los fondos de pantalla. Ligeras curvas en las ventanas, un nuevo diseño de iconos que busca equilibrar la balanza entre productividad y entretenimiento, y un total de 16 nuevas imágenes para decorar el escritorio marcan el ritmo del nuevo PIXEL.
Ahora, por el lado técnico también encontramos alteraciones. La primera es el reemplazo del navegador Epiphany (mejor conocido como Web en entornos GNOME) por Chromium. Se trata de un build de Chromium especialmente preparado para Raspberry Pi, e incluye un par de extensiones que apuntan a mejorar el rendimiento, comenzando con h264ify. Después aparece RealVNC, lo que debería simplificar en gran medida la administración remota del Raspberry Pi, y finalmente, un emulador Sense HAT. Estas modificaciones hacen un poco más demandante al sistema operativo en general, y es posible que los modelos originales del Raspberry Pi no la pasen tan bien con Chromium, pero creo que vale la pena probarlo. Si las cosas salen mal, siempre se puede volver a un Raspbian sin modificar.
Fuente | NEOTEO